Un estudio publicado por la Universidad de los Andes muestra los efectos negativos de la estructura del sistema pensional colombiano.
El documento publicado por Alejandro Nieto, en la serie de documentos de trabajo del CEDE de la Universidad de los Andes, revela que el drama de la desigualdad social colombiana es exacerbado por los problemas del mercado laboral y del sistema pensional. De esta forma, la baja cobertura pensional generada por los altos niveles de informalidad laboral, desempleo y los subsidios pensionales, tienden a favorecer a los trabajadores con mayores recursos.
Es importante resaltar que la mayor fuente de desigualdad proviene de los ingresos que tienen los hogares por la actividad principal, los cuales explican el 73% de este indicador.
El coeficiente de Gini es una medida que indica la desigualdad del ingreso de un país, en la medida en que este indicador es cercano a 0 el país es más igual y si es cercano a 1 es más desigual (una sola persona recibe todos los ingresos y los demás ninguno). Datos del World Development Indicators del Banco Mundial con corte a 2012, muestran que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo (0.54), por encima de países como Brasil (0.53), México (0.48), Ecuador (0.47), Perú (0.45) y Uruguay (0.41). (Ver gráfico).
Fuente: elaboración de Dinero con información del World Development Indicators.
Nieto sostiene que la desigualdad y la informalidad del país, hace que las personas de más bajos ingresos, además de hacer cotizaciones con salarios más bajos, lo hagan durante períodos de tiempo menores, esto hace que la cobertura pensional, sea de solo el 30%; significativamente menor a la de países como “Brasil, Argentina, Chile y Uruguay donde la cobertura pensional está cerca de 86%, 90%, 57% y 85% respectivamente”. Cabe anotar que la baja cobertura colombiana podría ser menor en los próximos años, en la medida en que aumenten las semanas requeridas para obtener una pensión.
Los hallazgos de este trabajo coinciden con otros documentos elaborados por Fedesarrollo y el Banco de la República, los cuales plantean la necesidad de una reforma pensional, discusión que se ha aplazado desde hace varios años. Además, ratifican que todavía hay mucho por hacer en términos de equidad social, a pesar de las mejoras del indicador de Gini, el cual pasó de 0,56 a 0,53 entre 2002 y 2012.